Este informe inédito se basa en los datos entregados por Estudio Longitudinal Mil Primeros Días realizado por el Centro de Justicia Educacional de la Pontificia Universidad Católica de Chile a jardines infantiles de la JUNJI.
Considerando los efectos negativos para toda la vida que tiene la exposición a la pobreza y a situaciones de shock en una etapa temprana de la vida, este estudio describe el bienestar de 985 niños(as) entre 24 y 32 meses y sus familias durante la pandemia en la Región Metropolitana.
Los niños(as) no solo se han visto privados de estimulación cognitiva, de interacciones sociales con otros niños(as) y adultos y de alimentación nutritiva, sino también se pueden haber visto expuestos a situaciones de vulnerabilidad y fragilidad en sus hogares.
Se observa, por ejemplo, un empeoramiento de las condiciones socioeconómicas de los hogares de niños(as) en edad preescolar −pérdida de empleo de las madres (28%), disminución de ingresos (68,3%) y disminución de comidas (10,3%) −, aumento de índices de depresión de las madres en un 20% y cambios en el comportamiento de los niños(as) percibidos por sus madres (más del 60%). En tanto, las madres extranjeras destacan como un grupo que enfrenta una mayor vulnerabilidad debido a un menor acceso tanto a apoyos económicos como a apoyo con el cuidado de sus hijos(as). Esta evidencia busca ser un aporte en la discusión de reapertura de los establecimientos educacionales preescolares.