Viña del Mar, (@JUNJI_Valparaiso). Este año, los jardines infantiles de la JUNJI en la región de Valparaíso vibraron con la naturaleza. Cientos de registros gráficos han documentado múltiples actividades relacionadas con la observación de los ciclos de naturales, evidenciando cómo estos temas se han integrado de manera transversal en las prácticas educativas de la región. Siembra, huertas, recolección de hojas y flores, observación de insectos y otros seres vivos son solo algunos ejemplos de las acciones que han permitido a los niños y niñas acercarse al entorno natural de forma lúdica y educativa.
Estas experiencias han proporcionado valiosos aprendizajes, como el desarrollo de habilidades de observación, el fomento de la responsabilidad en el cuidado de seres vivos y la comprensión de los procesos naturales. Los párvulos también han reforzado su capacidad de trabajar en equipo, de tomar decisiones y de asumir roles en actividades grupales. Además, estas prácticas ayudan a desarrollar una apreciación profunda por el medio ambiente, promoviendo una actitud respetuosa y responsable hacia la naturaleza.
Así lo demostró la activa participación en el programa de Indagación para Primeras Edades (PIPE) de Explora, que no solo transversaliza el currículo educativo, sino que también acerca a los niños y niñas al mundo de las ciencias naturales, sociales y tecnológicas, promoviendo una enseñanza inclusiva y sin distinción de género.
Jaqueline Bahamondes, educadora asesora y líder de este proyecto, comentó que este año la mayoría de las unidades educativas han enfocado su trabajo en Ciencias Naturales. Este enfoque ha abierto nuevas oportunidades y desafíos, generando aprendizajes significativos tanto para los niños y niñas como para sus familias. “A través de este programa, buscamos desarrollar en los niños y niñas las competencias necesarias para que puedan conocer y comprender su entorno desde una edad temprana, despertando en ellos una curiosidad y respeto por el mundo natural que los rodea”, destacó.
Para 2024, se ha incrementado el número de jardines infantiles interesados en implementar este programa, lo que demuestra el impacto positivo que tiene en el desarrollo de las infancias. “Este programa no solo permite que los niños y niñas busquen soluciones a diversos problemas que se les presentan, sino que también fomenta la reflexión y el análisis. Esto les permite comenzar a insertarse en la realidad desde una perspectiva nueva, donde el juego se convierte en una herramienta esencial para el aprendizaje”, agregó Bahamondes.
Por su parte, la directora regional (s) de la JUNJI, Beatriz Lagos, expresó su satisfacción por el compromiso demostrado por las educadoras y técnicas en educación parvularia: “Estoy muy feliz y satisfecha por el tremendo compromiso que tienen los equipos educativos, quienes, de manera atractiva y novedosa, invitan a los niños y niñas a introducirse en el mundo de la naturaleza. Este tipo de experiencias son fundamentales, ya que permiten que los párvulos se conecten con su entorno de una forma tangible y significativa, desarrollando un sentido de pertenencia y responsabilidad que perdurará a lo largo de sus vidas”.
Esta integración de la naturaleza en el currículo de los jardines infantiles es crucial para la formación integral de los niños y niñas, preparándolos para ser adultos conscientes y responsables, capaces de valorar y cuidar el planeta.