La Trayectoria de aprendizajes de la niña y el niño impulsa un sistema de comunicación permanente con las familias respecto de los aprendizajes construidos por los párvulos, desde una perspectiva de evaluación participativa y auténtica.
En su construcción considera la participación de niños, niñas y familias como un proceso evaluativo planificado y constante, lo que permite registrar la evaluación desde un punto de vista multidireccional en tres etapas o momentos clave del proceso educativo: al inicio del año (diagnóstico), al término del primer semestre y al término del segundo semestre.