Santiago, (@JUNJI_RM). Desde inicios de julio en la Subdirección de Calidad Educativa se encuentra la profesional, Bárbara Ahvenniemi, pasante de Finlandia especializada en primera infancia y con un diplomado en educación infantil, quien motivada por el bienestar de los niños y su deseo de venir a trabajar a Chile, obtuvo una beca para pasantía en el extranjero de EDUFI, www.oph.fi entidad dependiente del Ministerio de Educación de dicho país, la cual se otorga a los más distinguidos egresados universitarios, como la profesional, quien actualmente se desempeña en la Oficina de Familias de la Dirección Regional Metropolitana.
Motivada por conocer la realidad de Latinoamérica, Barbara, quien en Finlandia trabajó en medios de diversidad cultural, migrantes y familias con abuso de substancias; comenzó a estudiar español hace un año y medio; siendo Chile su país elegido por considerarlo más seguro y por su cercanía a Argentina y Bolivia, este último lugar en donde también pasó de visita; por lo que su interés era una ciudad latinoamericana en la cual pudiera poner en práctica sus conocimientos y métodos de trabajo, ya que su motivación es el bienestar de los niños.
Y es que esta polaca de nacimiento que, habla 5 idiomas (polaco, fines, sueco, inglés y español), emigró a Finlandia en el año 2005, lugar en donde se desempeña en la unidad educativa llamada “Kevättuulen Päiväkoti”, que se traduce como “Jardín de Infantes Viento de Primavera”, en la ciudad de Porvoo, mientras termina sus estudios de Trabajo Social en la Universidad de Laurea.
Sobre el modelo educativo finés, Barbara explica que la educación parvularia se considera entre los 9 meses y los 6 años de vida; siendo solo la preescolar, desde los 6 años, obligatoria en el país del norte. Así mismo, es dependiendo de cada municipio la forma en que se presta el servicio de educación parvularia a la comunidad.
Según explicó, “por normativa todos los jardines infantiles deben estar ubicados a un máximo de 500 metros de un área verde”, esto, con el objetivo de que niñas y niños puedan desarrollar actividades al aire libre cuando el clima se los permite. “Existen prácticas como ´yoga del bosque´ y hasta ´matemáticas con elementos naturales´, basada en el conteo de la recolección de materiales”, comentó.
Así mismo, explicó que la conformación de grupos es heterogénea y que se da la multiculturalidad en las aulas con niñas y niños provenientes de diversos países del mundo “usamos laminas con imágenes para que niñas y niños puedan expresarse, las que son muy útiles cuando las lenguas de los párvulos son diversas”.
Respecto a la relación de las educadoras con las familias de niñas y niños, Barbara comentó que “no están tan cercanos al nivel educativo, sino que más bien es una relación de apoderado, no como aquí que la familia se involucra con el jardín infantil y las educadoras también se deben involucran con las familias”. Explicó que, por ejemplo, en los casos vulneración de derechos de niñas y niños, existe un organismo protector de la infancia que toma los casos y se hace cargo de resolver, dejando a las unidades educativas seguir con su labor pedagógica.
Actualmente en la Dirección Regional, “Senni” como le dicen los más cercanos, realiza su pasantía en la Oficina de Familia, y ha tenido la oportunidad de asistir a varios jardines infantiles de la región para levantar diagnóstico y posteriormente dejar su propuesta. En estas ha podido conocer y contactarse con los niños y niñas e integrantes de los equipos, intercambiar prácticas, responder consultas sobre su realidad y empaparse de la experiencia de Junji de más de 50 años; por lo que a la fecha ha visitado las salas cuna y jardines infantiles “Auka Pillayken”, en Pudahuel; “Kipai Antu” en la comuna de La Pintana; “Pin Pilín” en Ñuñoa; y en Maipú visitó las unidades educativas “Mundo Acuarela”, “El Descanso”, “Marcela Paz” y “Margot Loyola”.
Sobre sus visitas a terreno comentó que “me parece muy beneficioso visitar jardines infantiles, porque me aporta mucha reflexión e ideas para trabajar en mis objetivos. Además, utilizar los métodos empleados en el trabajo profesional, comprender la misión básica de la comunidad de trabajo y de la organización, participar de forma activa y responsable en la comunidad de trabajo, actuar de acuerdo con los principios éticos del sector social; y creo que puedo hacer todo esto de forma exhaustiva y continua” y finalizó comentando que “con estas prácticas tengo la oportunidad de ver las cosas desde una perspectiva diferente, lo que abre enormemente mi experiencia personal de trabajo con familias”.