Puerto Guadal, (@JUNJI_Aysén). Niños y niñas del Jardín Infantil “El Paraíso” construyeron el patio de sus sueños. Gracias al trabajo mancomunado del centro de padres y madres, la comunidad educativa, la Fundación Naturaleza Pública, con la postulación de un fondo de protección ambiental FPA y Cifrep, hoy las y los párvulos pueden disfrutar de un patio de juegos amigable con su entorno natural y con un bosque Miyawaki.
“Hemos trasformado nuestro patio con una mirada sustentable, sin plásticos, desde la base de un proyecto FPA denominado “Conociendo la flora nativa de mi jardín”. Son más de 10 especies nativas de Aysén, que las hemos plantado junto a niños y niñas. Y este año viene todo el proceso de cuidado y aprendizaje constante”, señaló Jessica Mardones, directora de la unidad educativa.
Fue el botánico japonés Akira Miyawaki, quien creó un procedimiento que, al plantar especies endémicas en posiciones estratégicas, se puede desarrollar un bosque regenerativo que crece hasta 10 veces más rápido.
“Todo nace con la invitación de la directora, porque hace rato querían integrar plantas en el patio y pensábamos que era una muy buena idea que fueran nativas, para que los niños empezaran a reconocer lo que aquí hay naturalmente. En especial, porque ellos tienen este sello en donde siempre van a la naturaleza y traer un poco de eso al patio y que los niños lo puedan ver día a día, también, era súper importante”, explicó Vania Brstilo, cofundadora de Naturaleza Pública.
La pérdida de biodiversidad es cada día una situación compleja a nivel mundial, es con esto en mente que el equipo educativo se preguntó: ¿Qué pasaría si nuestros niños y niñas se vinculan activamente con la naturaleza desde sus primeros años y aprenden estrategias de regeneración y cuidado de la tierra que los sustenta?
Pero el proyecto no sólo se queda en la acción de plantar un bosque nativo, sino que es un ambicioso proyecto de educación ambiental, que, desde la mirada de un ñire, un coigüe, y un maitén, narra la historia de cómo estos árboles llegan al jardín y la importancia de esta acción. Niños y niñas del jardín infantil paraíso aprenden de educación ambiental, de la importancia de la sustentabilidad y de cuidar el entorno en el que vivimos.
“Tenemos una obra de títeres, con 3 personajes, 3 árboles nativos, y es un hilo conductor de las distintas actividades del proyecto. Lo hicimos junto a la empresa “Descubriendo Cochrane”, quienes capacitaron al equipo, al centro de padres y nos crearon un teatrino, al que le hicimos un libreto y éste cuenta a los niños, desde que los árboles estaban en el huerto 4 estaciones, y luego desde que está acá, desde el bosque del Jardín Infantil “El Paraíso”, complementa Jessica Mardones.
Convenio con Naturaleza Pública
Tomando en cuenta el que hoy es fundamental que más niñas y niños tengan una formación ecológica y puedan formarse desde la primera infancia como agentes activos de su entorno y sensibles con la Naturaleza, es que Junji Aysén firmó un convenio con la Fundación Naturaleza Pública para poder transferir estas experiencias a más jardines de la región.
“Hoy pudimos firmar un convenio con Naturaleza Pública, una institución privada, que está apoyando a nuestros jardines infantiles y especialmente a “El Paraíso”, generando este maravilloso bosque nativo que nos permite acercar a la comunidad, involucrar a las familias y especialmente trabajar con nuestros niños y niñas en un contexto local que les pertenezca”, dijo Juan Eduardo Lorca Valdivia, director regional de Junji Aysén.
Desde la fundación se mostraron muy esperanzadas de poder replicar con éxito en otras unidades educativas de la región: “Nosotras después de esta tan buena experiencia, soñamos con hacerlo en otros jardines. En que cada uno pueda tener como una réplica de lo que existe en su entorno dentro del jardín. Sabemos que acá salen mucho, pero no es la realidad de otros jardines, que no pueden salir a la naturaleza de forma tan frecuente y fácil, por eso es súper importante que también el equipo educativo de “El paraíso” pueda capacitar a otros jardines”, sostuvo Vania Brstilo.
Un proyecto con miras de futuro, que permitirá en unos años se forme un pequeño bosque de especies nativas, en cada unidad educativa intervenida. Lo que aportará a los aprendizajes significativos respecto del entorno natural, y será un espacio lleno de naturaleza y vida, para niñas y niños.