Si consultamos en el diccionario qué es una bitácora, nos encontramos con que es un “armario o cajón fijo a la cubierta del barco y cercano al timón, en el que se ubica la brújula” y bien sabemos que la brújula es el instrumento que señala el destino hacia dónde queremos llegar o, por lo menos, la ruta que queremos recorrer.

Las bitácoras de trabajo o cuadernos de viaje tienen su origen en los apuntes que utilizaban los marineros en sus largas trayectorias, en los que anotaban todos los acontecimientos ocurridos durante la navegación.

Para las comunidades educativas esta bitácora permitirá realizar anotaciones, bocetos y registros de datos importantes o de interés en el desarrollo de un proyecto en común, de tal modo de que en ella queden escritos los detalles, avances, obstáculos, observaciones, nuevas ideas, énfasis y proyecciones que definan como comunidad educativa.