Punta Arenas, (@JUNJI_Magallanes). “Es una conexión. Esta exposición es el producto de lo que las madres, padres y los apoderados aportamos en el año. Tuve oportunidad de hacer con mi hijo Dante un collar de conchas, que es parte de la muestra. Realizamos fotos en familia y pinturas rupestres. Ver todo armado cobra sentido y nos hace más pertenecientes”, afirmó la apoderada del Jardín Infantil “Peter Pan” de Punta Arenas, Constanza Maulén.
Ella estuvo en la Primera Ruta Indígena montada por la comunidad educativa en el recinto de calle General Del Canto 0726, que recogió la cultura y legado de pueblos originarios de la actual región de Magallanes y de la Antártica Chilena, con mucho colorido y distintas expresiones artísticas.
El apoderado Juan Caamaño, quien participó caracterizado en el evento, manifestó “siempre tratar de apoyar a mi hijo Gael. Como él es pequeño, tiene sólo un año, le mostramos imágenes y escuchamos juntos música folclórica. Vamos de a poco inculcando la cultura regional, ayudando a enseñar a las niñas y los niños. Este proyecto está súper bien”.
La directora (S) del Jardín Infantil “Peter Pan”, Ivonne Soto Levill, explicó que esta iniciativa empezó a desarrollarse en mayo de 2024, como un trabajo transversal a los niveles educativos. “Partimos de la premisa de dónde venimos, de dónde nacen nuestras tradiciones, las palabras de nuestro lenguaje. Empezamos con el Comité de Interculturalidad, que brindó la pauta para una labor enriquecedora”, expresó.
La educadora de párvulos agregó que para las niñas y los niños el proyecto fue significativo. “Se levantaron diferentes estrategias con distintos recursos, como visitas educativas con el respaldo de las familias a plazas, museos y la participación de agentes educativos sobre la cultura kawésqar o selknam. Se elaboraron muñecos de apego en salas cuna y presentaciones de obras y cuentos en otros niveles. Estamos contentos de ver el resultado de un largo trabajo, que ha involucrado a todas y todos”.
La directora regional de la JUNJI Magallanes Paola Valenzuela Pino dijo que “al generar experiencias pedagógicas en torno a los pueblos originarios desde temprana edad estamos contribuyendo al conocimiento y concientización de nuestro desarrollo humano. Conocer quiénes estuvieron antes que nosotros, cómo vivieron, cómo se relacionaban, a qué jugaban, permite comprender mejor la evolución de la sociedad. Lo más importante de estas experiencias es que las niñas y los niños aprenden a respetar la vida de quiénes nos antecedieron”.