La Serena, (@JUNJI_Coquimbo). El juego como una actividad inherente en la primera infancia, forma parte central de las estrategias educativas que desarrollan los equipos de educadoras y técnicas en Educación Parvularia de la JUNJI Coquimbo, quienes día a día, intencionan espacios y experiencias pedagógicas significativas para promover los aprendizajes de niños y niñas.
En la región de Coquimbo, la institución cuenta con 53 jardines infantiles clásicos de administración directa, 73 programas alternativos y 92 establecimientos Vía Transferencia de Fondos (VTF), para atender a más de 11 mil niños y niñas, donde se llevan a cabo prácticas educativas que van desde el cuidado del medio ambiente, hábitos de vida saludable, interculturalidad, diversidad, inclusión, entre otras.
Asimismo, se implementan espacios que permiten potenciar el desarrollo motriz y cognitivo, como el lenguaje, movimiento corporal, la socialización, el respeto, el reconocimiento hacia sus pares, etc.
Marco Antonio Ávila, director regional de la JUNJI, sostiene que la educación desde la primera infancia es fundamental, ya que “niños y niñas desarrollan habilidades claves y determinantes para su vida, impactando positivamente en su bienestar y formación integral, es por ello que la asistencia permanente a los jardines infantiles es trascendental para las trayectorias educativas”.
Agregó además que “actualmente estamos con la campaña de postulación a los jardines para el 2025 que culmina este viernes 29 de noviembre, por lo hacemos un llamado a las familias a realizar este proceso, a través de la página JUNJI Postulación, o bien de forma presencial en el jardín de preferencia o en nuestra oficia SIAC, ubicada en Cordovez 535, La Serena”.
Experiencias educativas
El jardín infantil “Semillitas de Emoción”, de Ovalle, implementó la estrategia “Herramientas bio inteligentes”, cuyo sustento tiene como base la pedagogía 3000, la que busca cocrear una educación amena, humana, cariñosa, multicultural, de paz y respeto, que atiende las necesidades de los niños y niñas de hoy.
A través de esta iniciativa, se llevan a cabo actividades como, cocinoterapia, yoga, musicoterapia, risoterapia, aromaterapia, etc.
Alejandra Guerrero, educadora de párvulos y encargada (s), explicó que “esta pedagogía ha favorecido el desarrollo socioemocional en los niños y niñas. Gracias a la implementación de las herramientas bio inteligentes hemos logrado un impacto en el desarrollo holístico de los párvulos, centrándonos en un cambio de paradigma hacia un enfoque psicoemocional, entre el ser, sentir y hacer, con una co- creación activa y en comunidad. Los resultados han sido favorables, hemos logrado bajar el nivel de frustración, irritabilidad y hemos conectado emocionalmente con los niños y niñas mediante el vínculo afectivo, permitiendo un mayor alcance a sus aprendizajes”, destacó.
En la provincia de Choapa, el Jardín Infantil “Pececitos” de Los Vilos, ha desarrollado un importante trabajo de promoción del cuidado del medio ambiente, desde una mirada intercultural, es así como llegaron a desarrollar un proyecto de mejoramiento de huerta y patio, el cual realizaron en conjunto con la comunidad indígena mapuche picunche y el apoyo de la dirección de medio ambiente, aseo y ornato de la Municipalidad de Los Vilos, logrando una reforestación con especies nativas, tales como: canelo, boldo, maqui, hierbas medicinales, molle, árboles frutales, entre otros.
Liliana Bustamante, educadora de párvulos y encargada del jardín, señaló que “durante desarrollo de este proyecto educativo hemos podido trabajar en conjunto con las redes de apoyo local y las familias para poder dar valor a nuestros pueblos originarios y al cuidado del medio ambiente, permitiendo que los niños y niñas adquieran día a día nuevos aprendizajes de su interés de forma lúdica y que el paso por el jardín sea relevante en sus vidas”.
Finalmente, en la ciudad de Coquimbo, el Jardín Infantil “Ayllu”, destaca como una de las experiencias educativas más significativas, el trabajo intercultural y el aporte de los pueblos originarios a la educación, es por ello que realizan espacios como “Mateadas” con la comunidad para recordar a los ancestros, donde se comparten experiencias, vivencias, tradiciones familiares, valorando los orígenes de cada uno, donde participan niños, niñas, familias, equipo educativo, y la Educadora de Lengua y Cultura Indígena.
Karina Antiquera, educadora de párvulos y encargada de la unidad educativa argumenta que “esta experiencia educativa si bien tiene como un objetivo central invitar a los párvulos a recordar y compartir parte de su historia y origen familiar, además tiene asociados otros aprendizajes transversales, como; el desarrollo de la escucha atenta, el respeto a los demás, el cuidado de sí mismo y de su entorno. Además, se potencia la participación ciudadana, la expresión de su opiniones y sentimientos, esto en el marco del buen trato, validando su identidad y desde ahí impulsando nuevos aprendizajes.