La Serena, (@JUNJI_Coquimbo). Desde el 2011 la Junji y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), vienen desarrollando en conjunto un convenio de trabajo colaborativo, cuyo objetivo primordial es promover desde la educación inicial y primera infancia la revitalización de las lenguas y culturas indígenas.
Esta labor al interior de los jardines infantiles la realizan los Educadores de Lengua y Cultura Indígena (ELCI), quienes se dedican exclusivamente a promover y difundir a través de actividades educativas para niñas y niños, familias y equipos la cosmovisión y tradiciones de los pueblos originarios.
En la región de Coquimbo, once jardines infantiles cuentan con educadores ELCI, ellos son: “Carolina Wiff”, “Ayllú”, “Semillas del Portal”, “Castillito de Arena”, “Rayito de Sol”, “Lomas de Tuqui” y “Colosito”, además se suman los establecimientos “Sonrisitas de Elqui”, “Luz del Valle” y “Girasoles de Elqui”, dependientes de la Municipalidad de Vicuña, así como Jardín Intercultural, administrado por el servicio local Puerto Cordillera. Sin embargo, el programa ha innovado en su ejecución, desarrollando una itinerancia por otras unidades educativas, a través de pasantías interculturales, donde los párvulos y equipos pueden vivenciar el conocimiento y practicas ancestrales.
Para el director regional de la Junji Coquimbo, Tomás González, la realización de este convenio “ha permitido a nuestros niños y niñas conocer y valorar la riqueza cultural, los saberes y las tradiciones de los pueblos originarios”.
Experiencias
El desarrollo de este convenio ha permitido incorporar dentro de las estrategias educativas de los jardines y salas cuna la valoración y trascendencia de los pueblos originarios de nuestro país, rescatando y reconociendo su legado cultural desde la pertinencia y contexto territorial, el cual es transmitido a las niñas y niños en procesos de aprendizaje vivenciales y significativos.
Al respecto, Maria Angélica Valdivia, educadora ELCI del Jardín infantil “Semillas del Portal” de Coquimbo, nos cuenta su experiencia de trabajo, el cual lleva realizando hace 5 años en la Junji, donde ha compartido con los niños, niñas y comunidades educativas la cosmovisión y cultura del pueblo Diaguita, al cual pertenece.
“Una práctica que he desarrollado con mucho amor y esperanza es la espiritualidad y ceremonias. Busco trasmitir a los niños y niñas celebraciones importantes del mundo Andino, tales como el solsticio de invierno (Inti Raymi), que es el que marca el principio de un nuevo año en el calendario agrícola, donde renovamos el compromiso de respeto a la Pachamama, también celebramos los equinoccios, siembras, llegada de los ancestros en ceremonias donde participa toda la comunidad educativa y también se integran los ELCI de otros jardines de la región, se festeja con comida, música y bailes”.
En esa misma línea, el ELCI mapuche del jardín infantil “Lomas de Tuqui” de Ovalle, Fernando Millahuala, quien lleva trabajando desde el 2016 en la institución, señaló que “ha sido un trabajo en equipo bien arduo y consciente, en el sentido que se ha construido a pulso, día a día, con un enfoque de alcanzar una interculturalidad critica, vivencial y diaria. En el sentido que siempre estamos reflexionando sobre nuestras prácticas, vivencial porque tratamos de que los pichikeche (niñas y niños) estén en contacto con experiencias nuevas y, diaria, porque es una práctica transversal a todas las actividades que realizamos en el jardín”.
Asimismo, el educador destacó que “tengo el trabajo de promover el idioma mapudungun, la intención es que los niños aprendan un lenguaje básico, ocupamos habitualmente palabras de uso cotidiano como por ejemplo el saludo, las gracias, despedida, el clima, los números, colores, entre otros. Como estrategia creamos un minidiccionario editado y encuadernado que fue distribuido al equipo del establecimiento, además realizamos cuentos, que en mapudungun se denominan: epew”.
En otro sector de la región, específicamente en el Valle de Elqui, el jardín infantil “Rayito de Sol” de Vicuña, a través de su educadora, Lucha Oscco, perteneciente al pueblo Quechua; ha llevado a cabo iniciativas para potenciar la lengua Runa Simi, con canciones de saludos y despedida.
“Además de las canciones en quechua, traduje los poemas de Gabriela Mistral al quechua, transversalisando el sello del jardín infantil y complementándolo con la cosmovisión andina, tuvimos la idea de realizar un cancionero llamado: takina mistraliana (cancionero mistraliano), el cual se canta en todos los niveles, los niños lo aprendieron, toda la comunidad educativa también lo canta, trascendió hacia las familias y lo compartimos a otros jardines de la comuna. Es un homenaje a la gran poeta del Valle de Elqui, quien siempre levantó la identidad rural e indígena”, enfatizó.
Durante la pandemia, la labor de los ELCI ha continuado, entregando apoyo a la formación educativa que han realizado durante este tiempo a los equipos técnicos, enviándoles material audiovisual a las familias para desarrollar en casa junto a las niñas y niños, el cual también se puede encontrar ingresado en la fan page de Facebook Junji Coquimbo.