Con profunda emoción y nostalgia se realizó una significativa ceremonia de reconocimiento a la trayectoria de María Haydé Salgado Salgado, quien, luego de 27 años de servicio en JUNJI, se despide de la institución que fue su casa durante casi tres décadas.
María Haydé se desempeñó en JUNJI como manipuladora de alimentos, luego en el jardín infantil alternativo “Las Abejitas” de Antihuala, en Los Álamos, y posteriormente como auxiliar de aseo en la Coordinación Provincial de Arauco desde 2015. El homenaje contó con la presencia del director regional, Leodan Zapata Fernández; el equipo de la Coordinación Provincial de Arauco; exfuncionarias y su familia.

Por su parte, el coordinador provincial de Arauco, Patricio Muñoz, valoró el aporte que entregó Haydé a la educación inicial: “despedir a una persona con su nivel de trayectoria no es fácil. Su responsabilidad, compromiso, entrega y disposición serán difíciles de igualar. Ella, sin duda, nos deja un gran legado que traspasa a todos los que crecimos trabajando junto a ella. Yo no logré estar tanto tiempo como el resto de mis colegas, pero, desde lo que viví con ella, me doy cuenta de que, además de su profesionalismo, también aportó espiritualidad, y eso se valora en estos tiempos. Le deseo lo mejor en esta nueva etapa”.
Del mismo modo, Haydé Salgado agradeció la ceremonia y valoró el apoyo recibido por JUNJI durante tantos años:
“No me esperaba este reconocimiento, me dejaron sin palabras. Me tomó por sorpresa. Sin embargo, ver que llegó el director regional y el equipo completo de la provincia me llena el corazón. Estoy muy feliz y contenta porque también estuvo presente mi familia. Hoy, gracias a JUNJI, soy madre, jefa de hogar de tres hijos, soy una figura activa en mi comunidad y en mi iglesia, manteniendo además un estrecho y significativo vínculo afectivo con mis nietos. Eso es algo que agradeceré siempre”.
Sin duda, Haydé deja una huella imborrable. Su legado no se mide en años ni en funciones, sino en el cariño que ha sembrado, en los equipos que conformó, en los niños y niñas que vio crecer, y en la humanidad que siempre puso por delante.
