La Ley N°17.301 originaría el 22 de abril de 1970 la creación oficial de la Junji. Desde esa fecha crucial para la niñez en Chile, las instituciones que habían atendido con anterioridad a niños y niñas Patronato de la Infancia, Comité Nacional de Navidad, Fundación de Vivienda y Asistencia Social, Comando Nacional por Jardines Infantiles, Corporación de Servicios Habitacionales y Fundación de Guarderías Infantiles pasarían a dar paso a lo que es hoy la Junji, cuando la población infantil era aproximadamente de 2 millones en todo el territorio nacional.
La Escuela de Párvulos de la Universidad de Chile allanó este camino fomentando en el país un ambiente sensible a la educación inicial, promoviendo investigaciones científicas que hablaban de la naturaleza específica del niño y la niña y formando a educadoras en su rol valioso en la sociedad por trabajar en una etapa tan delicada y tan llena de oportunidades. En ese contexto, se avanzaba así en el ímpetu por formar una institución al servicio de niños y niñas cuyo sentido fuera educacional e integral.
Hoy, a 50 años del Golpe de Estado de 1973, es posible recordar que varias de esas primeras educadoras de párvulos y profesionales de distintas áreas que habían materializado en la Junji el anhelo social de educación y cuidado, fueron despedidas y, peor aún, dos de ellas detenidas y llevadas a la cárcel, siendo después “recuperadas” gracias a la Fundación Missio, ONG humanitaria conducida por la hermana Karoline Mayer.
Junto a ello, un trágico destino tuvo la asistente social Modesta Carolina Wiff Sepúlveda, que se desempeñaba en la Sección Técnica de la Junji a cargo del Programa para Poblaciones Marginales de la institución en el sector de Barrancas y que, hasta septiembre de 2023, sigue siendo detenida-desaparecida de la dictadura militar.
Carolina Wiff fue detenida por la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) el 25 de junio de 1975, a los 34 años de edad, mientras se dirigía a una casa en el centro de Santiago. Se presentaron varios recursos de amparo para salvar su vida, pero la dictadura militar siempre negó su desaparición. Ella era militante socialista y su única hija, Paula del Campo Wiff, que en ese tiempo tenía tan sólo 8 años, hoy ejerce como sicóloga en la dirección regional de Coquimbo de la Junji.
En julio de 2017 la Junji inauguró en Coquimbo, en el sector de la Pampilla, el jardín infantil Carolina Wiff, establecimiento que contó con una inversión de más de $1.163 millones de pesos para habilitar con altos estándares de calidad 1.000 mts2 que albergan salas climatizadas con baños, mudadores y tinas y salas de expansión para las artes, la creatividad y el amamantamiento. Así, esta unidad educativa que lleva el nombre Carolina Wiff es un homenaje sincero frente al compromiso social de una de las primeras funcionarias que tuvo la Junji y quien realizara un trabajo arduo en la lucha por obtener educación gratuita, inclusiva y de calidad para todos los niños y niñas del país.