Profesionales de Junji Coquimbo abordan el proceso de adaptación de niños y niñas al retorno presencial

Profesionales de Junji Coquimbo abordan el proceso de adaptación de niños y niñas al retorno presencial

La Serena, (@JUNJI_Coquimbo). En el primer programa Junji Te Acompaña de este 2021, -que se transmite en vivo por el Facebook regional de la institución-, se trató el proceso de adaptación de los niños y niñas a las actividades presenciales en los jardines infantiles, donde participó la educadora de párvulos y encargada del establecimiento “Pujllay” de La Serena, Yoselyn Pereira, quien junto a la psicóloga de la Subdirección de Calidad Educativa de la Junji, Pilar Bravo, abordaron esta temática desde las perspectivas socio emocional y pedagógica, centradas en el contexto de la pandemia.

En el actual escenario sanitario, los niños y niñas han seguido viviendo experiencias educativas, y desde este año, bajo en una nueva modalidad de atención mixta, la que se desarrolla en todos los establecimientos dependientes de la institución.

Un ejemplo del trabajo que se ha estado llevando a cabo desde el 2020, es el que ha estado realizando el equipo del “Pujllay” de La Serena, el cual ha implementado diversas estrategias para la continuidad de los aprendizajes de los niños en la casa, y que se combinarán durante este período con actividades presenciales.

“Como comunidad Pujllay, trabajamos levantando un diagnóstico en una primera etapa, porque tenemos que conocer como están los niños, cuáles son sus emociones frente al retorno. Estamos organizadas para trabajar este sistema mixto, viendo las mejores oportunidades de aprendizaje para ellos”, señaló Yoselyn Pereira, encargada del jardín infantil.

Agregó, además, que están continuamente trabajando en una comunicación cercana y amigable para que cada día se fortalezca los vínculos afectivos con los niños y niñas, independiente a la distancia.

Respecto del retorno a la presencialidad, la educadora recalca una de las estrategias que han estado trabajando está focalizada en la emocionalidad de niños y niñas específicamente del nivel medio menor, a través de sus familias utilizando material bibliográfico del Ministerio de Educación, como el libro de cuentos “Clementina vuelve al jardín”.

Proceso de adaptación

La psicóloga de la Oficina de Buen Trato de la Junji, Pilar Bravo señaló que la clave del proceso de adaptación es leer las señales que los niños y las niñas entregan para tomar la decisión de llevarlos a las unidades educativas.

“En la medida que como adultos somos capaces de prestar atención plena a sus cambios de conductas, la expresión de sus emociones, los cambios en el juego, entre otros, podemos anticiparnos y dar una respuesta que favorezca la seguridad emocional de los niños y las niñas”.

¿Cómo los podemos acompañar en este proceso?

La profesional recomienda: “Tenemos que tratar de ponernos en su lugar, comprender el mundo desde la mirada de ellos. Cuando hablamos de niños que atiende la Junji, que son de la edad de 0 a 4 años, primero tenemos que saber que, por su desarrollo evolutivo, son mucho más concretos en términos de pensamiento, además desde una mirada integral, la primera infancia es la etapa de mayor riqueza, pero también la más vulnerable, y por ello se requiere que los adultos seamos capaces de generar espacios protectores y resguardar sus derechos, de modo de favorecer el desarrollo integral”.

Las señales serán cruciales enfatiza la profesional, quien a través de otro ejemplo hace en hincapié en la comunicación que entregan los niños. “Si voy a llevar a mi hija o hijo al jardín y el día anterior presenta dolores de estómago o problemas para dormir producto de la ansiedad, tenemos que focalizarnos en una conversación y preguntarles que están sintiendo para que se puedan expresar, y en caso de los más pequeños, estar atentos al juego. De esta manera evitamos que estos problemas se vuelvan internalizantes”.

En esa línea, la psicóloga sugiere aplicar estrategias que promueven una buena salud mental infantil, como por ejemplo la “anticipación y el juego como espacio de seguridad”:

“La base segura son los adultos protectores, y ahí entra el proceso de la anticipación, donde vamos adelantando a los niños y niñas lo que va a ocurrir, esto va a permitir que disminuyan la ansiedad, porque ya van a saber a lo que se van a enfrentar en esta nueva rutina del jardín”.

Agrega que “para esto es importante que los adultos también seamos conscientes de nuestros propios estados emocionales y que exista una concordancia entre lo que comunicamos verbalmente y lo que se expresa a través de la corporalidad. Asimismo, es importante destacar que el juego no sólo cumple una función de recreación para los niños y las niñas, sino que es a través de este, logran expresar aquellas preocupaciones que no son capaces de elaborar de manera consciente y hablarlas, es por eso que tenemos que estar atentos a los tipos de juego y los cambios en este

En esa línea, el Jardín Infantil “Pujllay”, ha implementado una comunicación previa con las familias, informándoles que las educadoras y técnicas estarán con los implementos de seguridad puestos para recibir a los niños, por lo que las familias conversan con los niños y al momento de llegar al jardín infantil no sea impactante para los párvulos ver a las educadoras con mascarillas, overoles, etc.

Cabe mencionar, que todos los jardines dependientes de la Junji Coquimbo han llevado a cabo diferentes estrategias para abordar la labor educativa desde un escenario adverso como es el de la pandemia por Covid-19. Cada territorio es distinto y diverso, por lo tanto, los esfuerzos de los equipos técnicos se han triplicado en un solo y gran objetivo como es entregar una educación de calidad para que los niños y niñas puedan desarrollar al máximo sus potencialidades desde los primeros años de vida.

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