Rauco, (@JUNJI_Maule). La distancia física no ha sido obstáculo para que las niñas y niños de los jardines infantiles de la Junji obtengan nuevas experiencias y aprendizajes. Tal es el caso de la comunidad educativa del Jardín Infantil “Nuestras Raíces” de Rauco, quienes -en medio de la pandemia por Covid-19 – han utilizado la tecnología para fomentar el pensamiento científico en los párvulos y sus familias.
Empleando un enfoque de pedagogía indagatoria, niñas y niños de esta unidad educativa han desarrollado diversas experiencias de aprendizajes orientadas a aprovechar su innata curiosidad, tales como “El antifaz de flores” o “El almácigo verde”. Estas actividades tienen como objetivo encantarles con los fenómenos del entorno natural, despertar en ellos el asombro y el desarrollo de las habilidades necesarias para que los párvulos conozcan y comprendan su entorno. Todo esto, además, valorando el juego como herramienta didáctica.
“La ciencia la encontramos en el diario cotidiano, pero lo relevante está en cómo hacemos la observación para formar niños y niñas inquietos, que pregunten y se pregunten, fomentando en ellos la curiosidad de saber muchas cosas y descubrir a través de estos desafíos. Por ejemplo, si comen plantas, que también descubran qué partes de las plantas son las que más les gusta comer, ¿será la flor de la coliflor, la raíz como la zanahoria o las semillas como las maravillas?”, explica la encargada del Jardín Infantil “Nuestras Raíces”, Natividad Nuñez.
Todas estas experiencias implementadas surgieron del “Programa de Indagación para Primeras Edades (PIPE)”, ejecutado por el Proyecto Asociativo Regional, PAR Explora Maule, y del cual participaron 4 integrantes del equipo del Jardín Infantil “Nuestras Raíces”, quienes fueron capacitadas de manera online en mayo de este año.
Sin embargo, tanto aquella capacitación como el posterior desarrollo del programa se han debido adaptar a la alerta sanitaria presente en el país. En este contexto, “la alianza con las familias ha sido fundamental”, cuenta Natividad, quien concluye: “Como educadoras vamos dando la pauta, les presentamos videos de producción personal y vamos dando refuerzos positivos a los niños y niñas, sin embargo, son las familias quienes han presentado una enorme creatividad para continuar con las experiencias pedagógicas en sus hogares, buscando recursos extras y retroalimentándonos de cómo reaccionan sus niños/as a este proceso”.